Adiós a los DISCOS.

Esta mañana, abro el facebook y me encuentro con la noticia de que otra tienda de disco en Madrid, cierra.

Ayer por la tarde paseando por la Calle Tallers (de Barcelona) ....  pienso en las pocas tiendas de música que quedan ya, y recuerdo las muchas que había cuando yo tenía edad de ir al instituto.

Me pongo melancólica esta mañana de llúvia que estoy en casa... y pienso que algún día tendré que "atreverme" a pinchar algo en el tocadiscos que dejé en casa de mis padres.
Estoy intentando recordar los LPs y singles que debo tener por allí, seguramente, me llevaré alguna sorpresa. Muchos los vendí a coleccionistas cuando empecé a comprar CDs.

Recuerdo que un grupo indie (de los primeros indies)  amigos de Alaska, me enviaron un single que yo disfruté mucho, tengo que buscarlo y cuando lo encuentre, pondré la foto y hablaré de ellos.
Deben ser de los pocos singles que conservo, porque evidentemente ninguna tienda de discos me lo hubiera comprado.
 Ahora pienso que fue un gesto precioso, y la amistad que mantuve con ellos mediante cartas (escritas a mano) durante un tiempo.
Tengo que encontrar ese single.
Y también me acuerdo con cariño de cuando Alaska era tan cercana que me enviaba cosas escritas con su puño y letra.

Ahora ya:  ni singles, ni cartas, ni discos, ni tiendas...
Ahora ya dá hasta pereza abrir la disquetera para meter un CD dentro, cuando con un click se puede acceder a toda la música del Mundo.
Sinceramente, si tuviera que pagar por la música que escucho ahora y tuviera que comprar todos los discos de músicos que me gustan ahora... y de todos los artistas que están empezando y que yo quisiera apoyar, sería imposible.

Ya no hablemos de ir a todos los recitales y conciertos a los que yo quisiera ir, tanto por dinero como por tiempo, de nuevo, repito: sería imposible.

Así que me quedo en casa, con mi ordenador, escuchando todos los discos que no puedo comprarme. Y con noticias como la que se cierran las tiendas de música, no sé si es culpa de gente como yo, igual.... resulta que soy una tía anti-música.
Me siento fatal.

Además, ayer alguien interesante me ofreció con ilusión la posibilidad de grabar unas canciones mias en un estudio de grabación.
Soy un asco de tía. No me hace ilusión. No sé....

¿Qué me pasa?
A todo el mundo le hace ilusión grabar un disco.
Aunque los discos no se vendan.
Aunque las tiendas de discos dejen de existir.
Aunque la gente no se atreva a meter un CD en la disquetera, por miedo a ser mordidos por una cucaracha.

Ya no hablemos de pinchar un LP en un tocadiscos, madremía....
 Tengo que quizás vencer ese miedo que he descubierto que padezco.... a volver al pasado, a volver a escuchar las voces de Whitney y Michael J, no vaya a ser que con este ritual...

Vuelvan sus fantasmas y sus zombies y mis ganas tremendas de ser como ellos.

Eso sí, fui muy feliz en su día comprando cosas raras en las ferias de coleccionistas y las tiendas de Calle Tallers e intentando imitar SIN éxito... la voz de Whitney y los bailes de Michael, esto es así.
Todos tenemos un pasado musical.